Hola, amigos de la narrativa.

Con el inminente lanzamiento de Pyke en las aguas, Scathlocke y yo pensamos que sería un buen momento para sumergirnos en una pregunta sobre la narrativa que aparece de forma constante: la biografía de un campeón. Como esta es una de nuestras primeras herramientas para comunicar la historia de un campeón, pensamos que sería bueno contarles qué son, por qué las creamos y luego hablar sobre el proceso de nuestro Titán de las Profundidades favorito, Nautilus.

 Comencemos con la versión pequeña, algo que varios jugadores conocen. La descripción en el cliente, o como lo llamamos de manera interna: la ”biografía corta”.

La biografía corta

Es un corto párrafo de información que describe al campeón, y como es la única descripción narrativa que se encuentra en el cliente, debe reforzar la razón de por qué deberías jugar ese campeón desde una perspectiva de fantasía arquetípica.

Hasta que hace poco, la información en el cliente estaba desorganizada en cuanto a longitud y tema. Algunas no eran biografías, llegaban a ser cuentos cortos. Había algunas bastante cortas y otras más largas, y se perdía la esencia del campeón. En general, la experiencia era bastante impredecible y dejaba a algunos campeones con una sensación de rechazados o desatendidos. Por eso decidimos organizar las biografías de los campeones en el cliente en noviembre.

El propósito es que sean como un fragmento biográfico que se pueda leer rápido, como en el tiempo que se tarda uno en la cola para una partida. Para hacerlo, intentamos mantenerlas cortas, entre 80 a 100 palabras. Eso es, aproximadamente, cuatro oraciones. Una buena biografía corta puede abarcar quién es el campeón en el mundo de Runaterra, de dónde viene y su personalidad, todo esto mientras se intenta evitar la repetición directa de las palabras del título del campeón.

Puede que algunos de los jugadores que tenían cierto gusto por narrativas más largas tengan un ceño fruncido en este momento. Cuando colocamos las nuevas biografías cortas en el cliente, recibimos algunas quejas de que habíamos eliminado información de la historia de un campeón. En la mayoría de los casos, estos detalles no los eliminamos de la historia de un campeón, solo que ahora residen de manera más apropiada en su página de Universo. Por suerte, en febrero, pudimos colocar el botón Más información en el cliente, lo que facilita la conexión con la información y nos lleva a la segunda parte de la historia de un campeón.

La biografía completa

Este texto narrativo debería resumir el trasfondo del campeón y su lugar actual en el mundo de Runaterra. Aunque es más larga que la biografía del cliente, preferimos mantenerla breve, en lo ideal no más de 600 palabras. Cuando la historia del campeón es un poco compleja, podemos darle unas cien palabras adicionales.

Quizás que se pregunten ”¿por qué tener una restricción de palabras?” (O como me gusta llamarle, una meta creativa limitante). Puede parecer que no tener una limitación de palabras sería ideal y que nos permitiría compartir más sobre un campeón, pero existen dos razones por las que nos gusta mantener las biografías de forma concisa.

Primero, la biografía completa nos ayuda a destacar los eventos importantes de la vida de un campeón. La palabra importante aquí es ”destacar”. A pesar de llamarse biografías, nos gusta que sean textos narrativos más enriquecidos. Para mí, la diferencia entre un texto de historia y ficción histórica es que el primero es informativo y es interesante en dosis pequeñas, pero yo me sumergiría más en una historia donde el personaje puede vivir y respirar. Los eventos que se mencionan en la biografía completa del campeón deben ser los que marcaron la forma en que se comporta en la actualidad y cualquier relación con otros campeones o las regiones que sabemos que son importantes. La forma en que se describen debe captar la atención del lector para que quiera saber más, preferiblemente en forma de historia.

La segunda razón por la que aplicamos una restricción de palabras, y quizá la razón por la que disfruto tanto escribir las biografías completas, es que un espacio pequeño obliga al escritor a ser bastante exacto con su obra. Cuando debes hacer que cada palabra cuente, cada una tiene importancia. Crear la biografía de un campeón es un buen ejercicio para ver lo que realmente importa para el campeón, y además, debemos encontrar las palabras correctas para comunicar esto de forma efectiva al lector.

Queremos que la biografía completa sea fiel a la experiencia de la vida de un personaje. Para hacer eso, podemos actualizar la biografía con información adicional después de contar una historia importante, como lo hicimos hace poco con Yasuo y Riven después de terminar ”Confesiones de una espada rota”. Ambos están en partes distintas de su viaje continuo y es importante reflejar eso en sus biografías.

¿Pero cómo se ve todo esto en acción? Es hora de profundizar en un campeón que nos dio un desafío bastante interesante.

El dilema de Nautilus

Antes de noviembre, Nautilus era un personaje que dejamos bastante olvidado desde la perspectiva narrativa. Como era un campeón antiguo, la información en el cliente no era tan contradictoria con el mundo de Runaterra, o con otros campeones, pero tampoco era tan ”profunda”. Esto hizo que Nautilus cayera en la categoría ”no es una emergencia inmediata, pero volveremos a ello si eso cambia”.

Cuando el equipo de campeones comenzó a trabajar en la idea de lo que sería Pyke, nos vimos en la necesidad de sumergirnos un poco más en el Titán de las Profundidades. Pyke se perfilaba como un campeón de Aguasturbias cuya motivación de personaje había sido la traición y luego recibir un aterrador poder. La información que se tenía sobre Nautilus, que estaba bien hace algunos meses atrás, había dejado de ser correcta. Sabíamos que, desde un punto de vista narrativo, había que revisar y profundizar a Nautilus mientras desarrollábamos a Pyke.

Los escritores y editores adoran las preguntas, y una que siempre debatimos es ”¿por qué?”. Para Nautilus, las preguntas eran ”¿por qué es así? ¿Cuál fue el poder que lo infundió? ¿De dónde viene? ¿Y por qué esto lo sigue impulsando?”

Como la mayoría de la gente que adora la historia y el desarrollo de un personaje, los chicos que trabajan en la disciplina de narrativa tienen muchas ideas personales sobre el elenco de LoL, y nosotros hacemos muchas teorías en cuanto al ”qué podría pasar”. Ese debate interno nos ayuda a abrir nuestra lógica antes de que se haga público. Había un cierto número de explicaciones posibles para las preguntas sobre Nautilus, y aprovechamos la oportunidad para darle cierta conexión con Nagakabouros. Esto no solo establecería mayor distancia entre Pyke y él, sino que podría dar más detalles sobre la personalidad de apoyo de Nautilus en el juego.

Lamentablemente, de las aproximadamente 140 biografías que actualizamos en este tiempo, el cambio de Nautilus fue una conflictiva para los jugadores. En específico, que Nautilus trabajara para el dios de Illaoi lo hacía ver como un campeón que carecía de personalidad propia. Al querer buscar un lugar que tuviera más sentido para él a nivel narrativo, derrumbamos algo que a los jugadores les gustaba de él.

Con el desafío de Nautilus, Scathlocke y yo estábamos al borde de un abismo particularmente profundo de dudas sobre nosotros mismos. Nautilus era un campeón que se había creado mucho antes de que nosotros llegáramos a trabajar en Riot. Por mucho que al mundo narrativo le emocione la idea de crear personajes y mundos a partir de la imaginación, el arte de escribir es, a menudo, un ejercicio de humildad. Cada edición por la que pasa un borrador revela lo que no sabías sobre tu propia historia, o que no lograste comunicar todo en la última edición.

Así que comenzamos allí. ¿Pero qué más sabíamos del coloso acorazado? Luego de contemplar algunas maneras de resolverlo, decidimos contactar a varios jugadores de Nautilus y les mostramos una pregunta que encontramos en los foros con la esperanza de obtener algunas respuestas. (Aunque este comentario se obtuvo de un lugar específico, siempre buscamos formas más eficientes que nos permitan conocer la opinión de los jugadores alrededor del mundo. Si deseas comentar acerca de nuestras decisiones, puedes hacerlo en la sección de comentarios de este artículo).

Aunque con pocos comentarios al principio, el tema pronto se volvió muy popular. En una publicación que llegó a tener cincuenta páginas en el foro y miles de comentarios, los expertos de Nautilus explicaron por qué este campeón era tan importante para ellos. Una de las razones que las que más me emociona escribir sobre LoL es la gran pasión que sienten los jugadores por estos personajes y su mundo (¡y es muy intimidante ver mi trabajo presentado ante tanta pasión!)

Así que me puse a leer todos y cada uno de los comentarios, y todos eran estupendos.

Nautilus era mucho más que un coloso acorazado. Era un alma desdichada que cayó en la oscuridad; pero también era una que supo resistir hasta el final. Si bien representa el horror y los pecados que nos atormentan, también encarna la voluntad de sobrevivir aún ante las pruebas más difíciles. Descubrirás que sus viajes por el fondo del mar, aunque solitarios, están cargados de bellas metáforas para superar momentos de depresión. Con todo y su terrible traición, Nautilus no es un ser maligno. Dentro de su metálico exterior yace el alma de un hombre.

Presentamos una nueva y corta biografía sobre Nautilus (ya disponible en el PBE). Y ya que llegaste hasta a esta parte del artículo que relata la vida de los campeones de LoL, aquí te ofrecemos un pequeño vistazo de lo que será la biografía completa de Nautilus, el Titán de las Profundidades.

Para comprender la leyenda de Nautilus, primero hay que conocer al hombre dentro de la armadura, pues hasta las historias más alocadas coinciden en algo: solía ser humano.

A pesar de que las olas se llevaron el nombre con el que nació, la mayoría no recuerda a Nautilus como un simple marinero, sino como un buzo salvaje. Un poco más allá del acceso al extremo sur de las Islas de la Llama Azul, existe un cementerio de embarcaciones; cuentan los rumores que se perdieron en búsqueda de una tierra bendita, queriendo intercambiar riquezas por inmortalidad. Hay días en que su brillo invita a los osados desde debajo de la superficie. Fueron muchas las tripulaciones que enviaron a sus buceadores en búsqueda de las riquezas perdidas, pero ninguno podía igualar la habilidad de Nautilus, quien era corpulento y tenía la destreza de sumergirse a gran velocidad.

Sus pulmones podían robarle el aire a las velas de los galeones y Nautilus, por lo tanto, prefería el buceo libre. A pesar de que siempre traía grandes riquezas y joyas a la tripulación, el hombre no exigía una remuneración extraordinaria; su única petición era que el capitán debía arrojar una moneda por la borda mientras zarpaban, para honrar y apaciguar al vasto mar. Superstición de marineros, sin duda, pero no eran pocos los temerosos del mar que hacían tales ofrendas para asegurarse de volver a salvo.

Muchos años de salvataje disminuyeron los tesoros fáciles, y cada vez los botines eran menores, hasta que un día la tripulación de Nautilus supo que alguien había comprado su embarcación y papeles de trabajo.

El alba era escarlata en la mañana que el nuevo capitán llegó a bordo. Proveniente de un puerto foráneo, trajo consigo un traje gigantesco de bronce y hierro. Centró su mirada en Nautilus, ciertamente había comprado el navío pensando en él. Era evidente que el capitán tenía una obsesión con un naufragio en particular, uno envuelto en la oscuridad incluso en un día despejado. La armadura de buceo podía resistir las profundidades del lecho marino durante mucho más tiempo que cualquier hombre, el tiempo suficiente para recolectar lo que estaba oculto en la oscuridad anómala.

La tripulación estuvo de acuerdo en que era mejor trabajar que morirse de hambre, así que Nautilus se colocó el traje. Era tan pesado que la cubierta de madera crujía por la carga. El pánico se apoderó de su garganta cuando se percató de que no tenían nada para ofrecer al océano. El capitán foráneo dejó escapar una carcajada mientras Nautilus era sumergido en el agua. Le aseguró a la tripulación que, lo que fuera que protegía la Gran Barbuda, los haría a todos ricos, más de lo que pudieran imaginar en sus sueños más locos. Cuando Nautilus regresara a la superficie, harían su tonto sacrificio.

Conforme Nautilus se hundía, la luz de la superficie se difuminó y todo quedó en silencio. La respiración del hombre resonando en el traje de hierro era lo único audible. Fue entonces cuando algo surgió de las profundidades. Estaba siendo arrastrado hacia abajo y, por primera vez, Nautilus sintió cómo el miedo envolvía su corazón. Lo que su capitán quería no eran riquezas, sino un poder sobrenatural aletargado.

Nautilus se aferró a la cadena del ancla, su última conexión con el mundo en la superficie, y se impulsó hacia arriba, sin importar que lo que fuera que estuviera abajo intentaba hundirlo más. Pero el peso era demasiado. Cuando sus dedos metálicos estaban por surgir a la superficie, la cadena se rompió. Nautilus gritó dentro del traje, pero nadie pudo escucharlo. Cayó de vuelta al turbio remolino, aferrándose desesperadamente al ancla que se hundía. Oscuros tentáculos lo envolvieron, y solo pudo ver cómo el contorno tenue de su embarcación desaparecía. Después, todo se volvió negro.

Cuando Nautilus despertó en el fondo del océano, se había convertido en… algo distinto. La oscuridad ya no podía hacerle daño. El grandioso traje metálico era ahora un caparazón que lo envolvía, ocultando el vínculo que el poder primordial había desarrollado con su espíritu. Atrapado en las profundidades sin sol, solo podía recordar una cosa… la promesa rota del nuevo capitán.

Nautilus juró, allí y por siempre, que todos pagarían la ofrenda al océano. Él se encargaría de que así fuera.

Impulsado cada vez más por este pensamiento, se arrastró hacia la costa. Pero cuando finalmente llegó a Aguasturbias, habían pasado muchos años, y no pudo encontrar rastros del capitán ni de la tripulación. No había vida a la que pudiera regresar, ni venganza que pudiera cobrar. En su lugar, regresó al mar y desató su furia contra los ambiciosos, perforando sus embarcaciones con su poderosa ancla.

Algunas veces, en los vaivenes de las olas, los recuerdos lejanos de quien fue en otra vida emergen… pero el hombre que es Nautilus ahora permanece ahogado justo debajo de la superficie.

Con casi 800 palabras, esta historia es un poco más larga de lo habitual. Sin embargo, con todo el dolor que este muchacho ha tenido que lidiar, un poco más de información no le hará daño a nadie. Quienes son observadores notarán que podríamos haber omitido algunas oraciones para rebasar las 600 palabras. Pero para quienes disfrutan las referencias, Scathlocke y yo decidimos dejarlas… por diversión.

A veces no nos sale bien

A pesar de toda la investigación, de todo el debate interno y de todo el trabajo de edición, a veces algo no sale bien con un campeón. Aunque nuestras intenciones son buenas, Scathlocke y yo, así como el resto del equipo de narrativa, solo somos humanos (bueno yo sí lo soy, pero las ideas ultralógicas de Scathlocke me hacen dudar de él…)

Cuando creas que algo no nos salió bien, sé sincero y dínoslo, pero lo más importante, dinos por qué. La actualización en la biografía de Karma es un buen ejemplo de este proceso. La biografía en entregamos no resultó como esperábamos, y todas las discusiones que se produjeron en consecuencia fueron de mucha utilidad. Aunque no respondamos a todos las críticas, por más constructivas que estas sean, estamos escuchando.

Si te preguntas por qué no ha habido ninguna mejora reciente para tu campeón favorito, es probable que ya la tengamos y solo esperamos el momento adecuado para lanzarla (¡te estamos viendo, Soraka!). Retrasar la actualización de algunos campeones tiene sentido, en especial si tenemos pensado revisar alguna facción en particular (Karma, ahora estás en la mira…)

¿Tienes más preguntas sobre la narrativa, las herramientas o el proceso que quieras hacernos? ¡Déjanos tus comentarios aquí debajo!