Los asesinos son una clase que conlleva muchos riesgos pero también muchas recompensas. Son la definición por antonomasia del efecto de bola de nieve y de si este es bueno para LoL. Probablemente por eso son tan atractivos: existe la posibilidad de que carrileéis la partida con una actuación individual increíble, y eso es lo que buscan muchos jugadores.

En LoL, y con los asesinos en particular, queremos que el efecto de bola de nieve sea algo que pueda ocurrir, pero sin que estropee toda la experiencia de juego. Por ejemplo, es natural que las opciones para contrarrestar a un asesino se vean cada vez más limitadas a medida que este gana ventaja, pero cuando va 5/0, debería seguir habiendo algo que vosotros y vuestros compañeros de equipo podáis hacer para frenarlo. Centrarse en él, proteger al equipo con control de adversario o reservar los hechizos de invocador para cuando aparezca son algunas de las medidas que se pueden tomar aunque vayáis por detrás. Por otro lado, creemos que un asesino que vaya 20/0 debería ganar sin muchas opciones a ser contrarrestado, ya que hubo 20 ocasiones anteriormente en las que se le debió frenar pero logró salir airoso todas ellas.

En definitiva, creemos que los asesinos son positivos para League of Legends siempre y cuando existan formas en las que contrarrestarlos. Algunos cambios, como la eliminación del silencio de Talon, pueden parecer pequeños, pero suelen ser suficiente para dejar margen de supervivencia en muchos casos.

Retirar a un campeón no es algo que hayamos barajado jamás, y es probable que nunca lo hagamos. Antes preferimos actualizar a esos campeones problemáticos con ajustes pequeños o actualizaciones completas. Retirar a un campeón sentaría un precedente por el cual los jugadores siempre estarían preocupados de que les puedan quitar en cualquier momento algo en lo que han invertido mucho, y no queremos que eso ocurra.

Nuestra idea de los chromas es que añadan un toque nuevo para un campeón y que podáis probar diferentes combinaciones de colores que os permitan expresaros. Los chromas en general se limitan a cambios a las texturas del modelo y no suelen afectar a las partículas o a los efectos visuales. Por ese motivo, algunas líneas de aspectos como PROYECTO no tienen chromas actualmente. Por ejemplo, en el caso de PROYECTO: Leona, el amarillo va más allá del escudo y la espada: está integrado en sus autoataques y habilidades. Cambiar el color de las texturas del modelo sin tratar las partículas quedaría raro. Aunque puede que lo acabemos haciendo en el futuro, en este momento no es un paso que planeemos dar.

Ahora mismo estamos intentado crear chromas para todos los aspectos nuevos a excepción de los legendarios o definitivos. En el caso de estos dos tipos, nos estamos centrando en capturar la esencia de la experiencia. Aunque los chromas aportan valor opcional a los aspectos, preferimos enfocar nuestros esfuerzos en la experiencia básica de los aspectos definitivos y legendarios en el momento de su lanzamiento.

¿Pero qué pasa con los chromas de los aspectos antiguos? El enfoque inicial respecto a los chromas era lanzarlos para los aspectos ya existentes. Tras hacer algunas pruebas en 2018, nos dimos cuenta de que los chromas para aspectos antiguos no tuvieron tan buen recibimiento como los que creábamos para los nuevos. La diferencia era como de 10:1. Aún creamos chromas para aspectos antiguos si tratamos temáticas relacionadas (como hemos hecho con la línea de domadores de dragones), pero, al margen de eso, es probable que minimicemos la cantidad de chromas que lanzamos para las líneas de aspectos antiguas. Hace poco probamos a lanzar chromas con las actualizaciones de campeones (como los de Aatrox mecha y Akali cazadora de cabezas) y estamos esperando a ver los resultados.

Sus escamas son como teclas de piano: cada una de ellas emana una nota única y desgarradoramente dulce a medida que recorréis con vuestros dedos su infinita cola, creando una canción evocadora que nunca conseguiréis sacaros de la cabeza. Su piel, como un espejo, es suave al tacto y esconde una profundidad propia del infinito. Luego produce una sensación sedosa, como la de los mechones rubios de vuestra hermanita pequeña cuando, apresuradamente, le hacéis una trenza antes de ir al colegio. Después, el frío os recorre, pero es imposible retirar la mano. Dejáis que os conquiste hasta que se convierte en una quemadura insoportable que nunca desaparece. También tiene un toque ancestral e irreconocible, como los huesos desenterrados de las excavaciones más profundas. Eso confunde a las yemas de vuestros dedos. Es áspero como el coral y fundido como el metal. Fuerte y suave al mismo tiempo, con la misma sensación de carne resbaladiza que notáis cuando atrapáis vuestra lengua entre los dedos. Tocarlo os dejará un delicado polvo estelar en la punta de los dedos, como cuando coméis Cheetos y vuestros dedos se convierten en la prueba naranja de su extinta existencia, cosa que tan solo se puede corroborar por vuestro semblante de culpa.

Y no os olvidéis de rascarle por debajo de la barbilla. Eso hará que mueva la pata izquierda de forma incontrolable. Tiene gracia. Es capaz de crear el cosmos pero no puede controlar la pata cuando le rascan la barbilla.

Es muy buen chico.